
Cómo elegir zapatos si tienes pies anchos o delgados
Comprar zapatos puede ser una pesadilla si tienes pies más anchos o delgados de lo “estándar”. Te pruebas tu talla, pero aprietan, rozan o, al contrario, te bailan. La verdad es que no todos los modelos están pensados para todos los tipos de pie. Pero con algunos tips, puedes encontrar los pares que sí se ajustan a ti, sin dolor ni incomodidad.
Si tienes pies anchos:
1. Busca hormas amplias
No es lo mismo una talla más grande que una horma más ancha. Muchas marcas ya ofrecen versiones “wide” (amplias) en sus modelos, especialmente en tenis, mocasines y sandalias. Son ideales si sientes que tus dedos están apretados o si el zapato se te “abre” al caminar.
2. Evita puntas muy cerradas
Los modelos con punta en pico o muy angosta suelen causar incomodidad, ampollas y presión innecesaria. Opta por zapatos de punta redonda o cuadrada, que respetan la forma natural del pie.
3. Elige materiales flexibles
Los zapatos hechos con piel suave, telas elásticas o mallas se adaptan mejor a la forma del pie sin apretar. Evita los materiales duros o sintéticos que no ceden con el uso.
4. Ajustes regulables
Busca sandalias o zapatos con tiras ajustables, velcro o agujetas. Así puedes controlar el ajuste sin sacrificar comodidad.
Si tienes pies delgados:
1. Opta por diseños con buen ajuste al empeine
Los zapatos que abrazan el pie, como los de tipo Mary Jane, con correa, o los de cordones, te darán más seguridad al caminar. Evita los modelos abiertos o sin estructura, que pueden hacer que el pie se deslice.
2. Prioriza plantillas acolchadas y estructuras firmes
Un pie delgado puede sufrir si el zapato es demasiado amplio por dentro. Busca modelos con plantilla cómoda y diseño interno firme para evitar que el pie “baile” dentro del zapato.
3. Considera medios números o plantillas extras
A veces solo necesitas medio número menos o una plantilla interior para que el zapato se ajuste bien. Son soluciones simples que hacen la diferencia.
4. Fíjate en la sujeción del talón
Evita zapatos que se te salgan al caminar. Los modelos con talón cerrado, elásticos o correas son tus aliados.
El zapato correcto no aprieta ni queda flojo: se siente justo. Conocer tu tipo de pie te ahorra molestias y te da más confianza al caminar. Elige mejor, camina mejor.
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